El pasado día 25 de Octubre, entramos en el nuevo año musulmán 1436..
A diferencia del calendario gregoriano que es solar, y del hebreo que es lunisolar, el musulmán es un calendario lunar, cuyos años se componen de 12 meses lunares o lunaciones, y va formando ciclos de 32 años, de los cuales son bisiestos los años, 2º, 5º , 7º ,10º, 13º ,16º, 18º, 21º, 24º, 26º, y 29º. Tiene años comunes de 354 días y años bisiestos de 355 días, agregándose a ellos un día al último mes, que es Dulhiya. Muharram, que es el mes en que se inicia el año, tiene alternativamente 29 y 30 días.
Contrariamente a lo que pudiese parecer, el calendario lunar es muy fiable dado que se va autocorrigiendo y no acumula errores, pues aunque el ciclo no comprende un número exacto de días, esto se va distribuyendo naturalmente en esa alternancia de meses de 29 y 30 días.
Este calendario tiene su origen en la Hégira o emigración del profeta Muhámmad, la paz y las bendiciones sean con él, y los primeros creyentes desde Meca a Medina, hecho que tuvo lugar el 16 de julio del año gregoriano 622 d.C. y con el que se inaugura la era musulmana. De ahí su denominación de Calendario Hiyrí. Así pues ese día es el día primero del mes de Muharram, primer mes del Calendario Hiyrí.
El Corán establece claramente que el calendario debe ser lunar:
“Él es Quién ha hecho al sol luminoso y a la luna luz, y determinó sus fases para que sepáis el número de los años y el cómputo” (Corán, Sura10, versículo 5)
Según Hasan Bize “El mes lunar es como un calendario dibujado en el cielo. Cada noche cualquier individuo puede conocer la fecha del mes levantando la vista y viendo la forma de la luna. Así el ciclo lunar, con su cambio concretamente visible, es un modelo perfecto de las transformaciones del mundo.”
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