Se ha dicho de los dromedarios que son agresivos y tercos, pero en verdad solo el líder de una manada se pondrá así cuando sienta que un peligro amenaza a su grupo. En cambio, la mayor parte del tiempo son tranquilos, dotados de gran inteligencia y paciencia.

Se caracterizan por tener largas y gruesas pestañas y orejas peludas que les sirve para proteger sus ojos y oídos de la arena que el viento levanta. Cuenta también con unas almohadillas en sus patas para poder caminar por la arena del desierto.

Es respetado por su naturaleza pacífica y por su capacidad de sobrevivir en el desierto con muy poca agua y alimento.

La joroba es una reserva de grasa que les da energía y fuerza cuando pasan mucho tiempo sin ingerir alimentos. También es una defensa del cuerpo para protegerse a sí mismo del calor al hacer travesías en zonas muy calientes.
La grasa se encuentra tan concentrado en una zona, que se utiliza con más facilidad para dar energía al cuerpo del animal. Cuando el animal está bien alimentado, la joroba es más rígida y alta. Mientras que al final de un largo viaje siempre estará más delgada, sino se detuvo a comer y beber.

Estos animales tienen un increíble sentido de la orientación. Pueden detectar agua en la distancia, casi 50 kilómetros de distancia, y muchas veces pueden salvar a las personas que están perdidos en el desierto, después de una tormenta de arena. Pueden caminar entre 50km y hasta 120km si el viaje es por la noche, lo cual prefiere al ser la temperatura más baja.

Han sido siempre buenos compañeros de viaje de las caravanas de los Tuareg, largos y duros viajes atravesando el desierto, se les cuida y respeta.

 

Tuareg-Travel, Espíritu Viajero.