Pueblo Tuareg, nómadas, gente humilde y tremendamente generosa, con el cercano y con el extraño, con una filosofía de vida sencilla, pero rica en valores. Saben lo dura que es la vida en el desierto, en las montañas, y por eso no solo se ayudan entre familias y amigos, no dudan en ayudar a los demás, lo poco que tienen lo comparten, sin mirar si tienen más o meno para ellos.
Te recibirán con los brazos abiertos, te acogerán como uno más de su familia y no dudaran en compartir contigo el calor de su humilde hogar, su comida, su cariño..
Tienen una vida dura, nadie les regala nada, lo poco o mucho que tengan, se lo han ganado ellos con su esfuerzo, siempre con una limpia sonrisa, disfrutando de un delicioso te, en compañía de los suyos, de los que disfrutan en largas conversaciones, en las que comparten el día a día, consejos de los mayores, que los jóvenes aprovechan y aprenden y a su vez enseñan a los más pequeños.
Respetan a sus mayores y cuidan de los niños, protegen y valoran a las madres, las cuidan y las ayudan.
Son personas de alma limpia, libre de maldad, egoísmos.. conservando una encantadora inocencia frente a un mundo sucio y falto de generosidad. Ilusionados luchando con un futuro mejor, pero sin olvidar sus raíces. Raíces que los hacen ser como son, personas de gran corazón, generosos, hospitalarios, luchadores.. siempre se aprende de ellos, solo hay que conocerlos, escucharlos, disfrutar de su compañía y de su forma de ver la vida, de la que podríamos aprender mucho en este mundo de prisas, de sin tiempo para nada y nadie, de estrés, de lo tenemos todo, pero no sirve para nada.. ellos tienen lo mejor, el tiempo.. el tiempo para disfrutar de las cosas sencillas que son las que verdaderamente hacen mejor la vida.
A mi familia Tuareg..
Belén Serna.